Hola viejo blog mío. Vuelvo luego de algunos años. Años que me tomó adaptarme a una nueva vida. Algunos de ustedes que son padres me entenderán ahora, otros que aún no lo son, me entenderán a futuro. Un día cualquiera de otoño, agradablemente frío como siempre por cierto, en que la rutina parecía abrumarme, algo comenzó a cambiar. Mi taller era el mismo; mi trabajo diario también; mi sueño de tener una casita en el campo con gallinas seguía intacto; la familia ... la familia comenzaba a cambiar. Aunque pasaba el día sola con mi trabajo y cuidando de mi madre, por la tarde se llenaba la casa de movimiento y vida al llegar mis hijos a casa de vuelta de la universidad. Trayendo toda esa inquietud y dinamismo que nos mantiene. a quienes les rodeamos. eternamente jóvenes. La preocupación siempre estaba en que llegaran bien. Respiraba aliviada al verlos entrar en casa. Un día mi hijo, un niño para mí, quizás siempre será un niño para mí, tomó la decisión de marcharse para continuar estudi